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Ética de la salud: Responsabilidad vital

Para hablar de los problemas que afectan la conducta del hombre del tercer milenio, conviene emplear la palabra ‘ética’, pues según sus lineamientos se trabaja en muchos ejes de la vida en sociedad; en este caso el punto de vista médico, el cual está relacionado con el aspecto más importante de todo ser humano, la salud.

Por Diego Londoño

diego@musicasomos.net

Son diversos los dilemas éticos a los que se enfrentan los médicos día a día en el ejercicio asistencial de la medicina, pues su aporte profesional está mediado por las situaciones personales que vive cada paciente. A pesar de esto, el respeto a la dignidad humana impone como mínimo la autonomía del paciente, y es allí cuando entran en confrontación unos principios de bioética con otros.

“En situaciones de principios éticos en la medicina, resulta útil aplicar la jerarquía de valores, priorizando el respeto a la no maleficencia y justicia, frente al derecho a la autonomía y beneficencia. La deliberación, o decisión compartida, es el método que se aplica para la resolución de conflictos éticos que se viven en este campo profesional”, dice Ana María Calle, estudiante medicina Universidad Pontificia Bolivariana.

Los comités de ética hospitalaria que deben estar conformados en cada una de las entidades prestadoras del servicio de salud del sector público y privado, son quienes deben estar vigilantes y dispuestos a prestar la asesoría necesaria para que el ejercicio de la medicina tenga la validez profesional y ética que merecen sus pacientes, esto amparado por la ley cien de 1993, a la que paradójicamente le debemos Toda la tragedia de la salud en Colombia.

Son variados los casos de ética profesional que se presentan en los centros de asistencia médica, unos más que otros confrontan la visión profesional con la humana de los profesionales de la salud.

"Llega a mi consulta una madre con su hija de 13 años. Luego de interrogarlas a ambas, le pido a la madre que me deje sola con la paciente para evaluarla y tras ello me puedo dar cuenta que lo que la niña tiene es una enfermedad de transmisión sexual. Luego de explicarle a la menor, ella se empeña en que no quiere contarle a su madre ni recibir tratamiento medico alguno", cuenta la doctora Ana Calle.

Acaso, ¿es correcto esconder información médica a una madre de una menor de edad? o ¿aceptar el rechazo de la menor de edad a recibir tratamiento? Según la ley cien de 1993, los pacientes tienen deber a: “Cuidar integralmente de su salud y seguir las recomendaciones de su médico tratante”.

Fácilmente con este caso se puede llegar a violentar la autonomía, cuando se atiende adolescentes por considerarlos incapaces de dar un consentimiento, y es entonces cuando en ocasiones el médico influenciado por un falso cientifismo atropella los derechos de los menores de edad y el gobierno debe defenderlos. Frente a este gran dilema bioético tenemos que tener presente que existen en nuestro país leyes que imponen derechos y deberes a los pacientes como la Resolución 13437 DE 1991 del Decálogo de los Derechos de los Pacientes y en los cuales la decisión médica puede estar influida, más no debe basarse solo en ellos.

Es importante además tener en cuenta que “la relación medico paciente es esencial para abordar muchos dilemas bioéticos a los que se enfrenta el medico en su labor cotidiana, la confianza que debe brindarle a su paciente, un trato humano, amable y respetuoso permitirán llegar a soluciones que beneficien y no afecten la condición de vida del paciente sin tener que pasar por encima de la autonomía de este”, apunta José Humberto Duque Zea, Integrante del instituto de ética y Bioética de la universidad pontifica bolivariana y docente investigador de la misma universidad.

No queda duda entonces que el paciente tiene derecho a rechazar un tratamiento, pero esto no impide que el tenga a su vez el derecho a ser informado de las consecuencias médicas de su acción. Siempre debe recordarse que el paciente tiene derecho a tomar una decisión irracional, en tanto sea una decisión razonada.

“El deber del médico se debe basar en los principios bioéticos de beneficencia y no maleficencia, justicia y autonomía. Cuando se logra redefinir las situaciones y respetar cada uno de estos sin importar que tan compleja sea la situación, es cuando ha logrado hacer un buen trabajo en Pro del bienestar de su paciente. Son entonces los comités de ética una mano de ayuda para llegar a la mejor solución a un dilema q parece no tenerla”, concluye Ana maría Calle.

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